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Entre algunas de mis ocupaciones en mis ratos libres, se encuentra mi gran pasión: hacer cortometrajes al estilo "guerrilla", lo que se conoce en USA como "guerrilla flmmaking". Este término no es nuevo, hay muchos precursores (la Nouvelle Vague, por ejemplo) y seguidores (Jim-Box es un ferviente admirador de este sitema). Se trata de rodar un corto sin ningún permiso de rodaje, sin medios (tanto humanos, físicos o logísticos), se llega, se rueda y uno se larga corriendo. Si uno ha visto la excelente película de Steve Martin "Bowfinger: el pícaro" sabrá a qué me estoy refiriendo.
Esto tiene una ventaja sobre la manera convencional de hacer cine, y es la inmediatez y la frescura que se consigue mediante este sistema. A lo largo de mi vida, casi todos los cortometrajes que he hecho se han basado en estas directrices. A veces se consiguen resultados fabulosos, y otras veces, si no se lleva cuidado puede quedar en una catástrofe de cortometraje, con una factura muy cutre y muy amateur, que no beneficiará en absoluto al conjunto.
Esto tiene una ventaja sobre la manera convencional de hacer cine, y es la inmediatez y la frescura que se consigue mediante este sistema. A lo largo de mi vida, casi todos los cortometrajes que he hecho se han basado en estas directrices. A veces se consiguen resultados fabulosos, y otras veces, si no se lleva cuidado puede quedar en una catástrofe de cortometraje, con una factura muy cutre y muy amateur, que no beneficiará en absoluto al conjunto.
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